¿Divorciarse después de una infidelidad?

Los tiempos actuales traen nuevas formas de ver la vida. Cada vez se da menos la idea de casarse para toda la vida. Aunque se desee un matrimonio largo y feliz, la vida da muchas vueltas, cambian las ideas y los valores; las personas evolucionamos y a veces los dos miembros de la pareja no siguen el mismo ritmo. ¿La infidelidad es síntoma de este distinto ritmo?, ¿es conveniente divorciarse después de una infidelidad?.

Cuando hay una infidelidad por parte de uno de los miembros de la pareja, suele haber algo más detrás. Puede ser un momento de debilidad, pero también puede ser algo más profundo.

Antes de adoptar una decisión hay que indagar porqué se ha producido esa infidelidad, y si hay posibilidad de darle una nueva oportunidad al matrimonio.

¿El divorcio como soluci´ón a la infidelidad?

A veces la vida de la pareja cae en una monotonía que hace perder la ilusión. Es fácil preguntarse ¿hay algo más interesante más allá de esta relación?. Esta insatisfacción puede llevar a uno de los miembros de la pareja a ser infiel buscando nuevas sensaciones en brazos de otra persona.

Pero, como víctima de la infidelidad ¿cómo te sientes?, ¿sientes sólo resentimiento por la infidelidad, o realmente también sientes insatisfacción por una vida que sientes vacía, pero no has sido infiel porque no querías herir la confianza de tu pareja. Si con el divorcio crees que te va a ser más fácil llenar ese vacío, es que el matrimonio ya estaba “haciendo aguas”.

Normalmente, si la infidelidad ha sido con otra persona que atrae a la pareja y se ha mantenido cierto tiempo, es fácil que tarde o temprano el matrimonio acabe en divorcio.

La infidelidad como causa de divorcio

Divorciarse tras una infidelidad suele darse habitualmente por motivos tales como:

• El sentimiento de que ya no se va a poder volver a confiar en la pareja. Sin la mutua confianza va a ser difícil afrontar juntos los avatares de la vida.
• El sentimiento de culpa que muchas veces el cónyuge infiel quiere hacer recaer en su pareja. En muchas ocasiones, además de ser víctima de la infidelidad, también es víctima de recriminaciones por parte del otro cónyuge.
• La imposibilidad de superar el sentimiento de rencor, de no poder evitar imaginar a la pareja en los brazos de su amante.
•  Sentirse infravalorado como persona.

¿Dar una segunda oportunidad al matrimonio después de la infidelidad?

Si la infidelidad ha sido ocasional, y hay razones para superar la infidelidad, vale la pena intentarlo, acudiendo, si es preciso, a un consejero matrimonial.

La decisión depende únicamente de la pareja, y no existe una regla mágica, pues cada caso es distinto. Además hay varios factores a considerar, en especial si hay hijos menores.

– Divorcio con hijos

Evidentemente, la decisión de divorciarte va a afectar a los hijos en especial si son menores. Indudablemente van a tener unas repercusiones psicológicas, pues su mundo va a cambiar. Hay que procurar que las repercusiones sean las mínimas.

– Divorcio sin hijos

Si no hay hijos menores del matrimonio habrá menos procupaciones, pero aún así, habrá que vigilar las repercusiones económicas que vayan a derivarse del divorcio.

En ambos casos, en el divorcio con hijos o sin hijos, lo más aconsejable es la tramitación de un divorcio de mutuo acuerdo para evitar tener mayores tensiones y estrés.

En definitiva, la infidelidad es un gran reto a superar en cualquier matrimonio, ya que implica sentimientos profundos de ambos miembros de la pareja.

Entonces, ¿divorciarse después de una infidelidad?. La decisión de si divorciarse o no, depende exclusivamente de la pareja. Si se ven capaces de dar una segunda oportunidad al matrimonio, o si la infidelidad no es más que el preludio de una nueva etapa que el cónyuge infiel ya se plantea a nivel emocional.

En todo caso, lo mejor es procurar adoptar la decisión con la cabeza fría, y procurar que el divorcio sea, en lo posible, amistoso.