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Ahora que nos divorciamos ¿Qué hacemos con la mascota?

16/10/2020

Para muchos de nosotros, las mascotas son parte de la familia. Eso quiere decir que a la hora de divorciarnos, nos encontramos en un dilema. Quizás cuando empezaste la relación ya tenías la mascota pero se ha convertido en una parte intrínseca de la vida de tu pareja. O al revés, te has encariñado mucho del perro de tu pareja. También puede que escogieseis juntos a vuestra mascota. Sea como sea, con el divorcio, deberéis decidir qué hacer con ella. 

En estos casos, lo más importante es poner los intereses de la mascota primero y por eso, en este artículo, intentaremos ayudarte a decidir qué hacer con ella.

Legalmente, tu mascota se considera un objeto, por lo que no existe una regulación específica que regule un sistema de visitas a las mascotas como con los niños. No obstante, cada vez más, las parejas deciden hacer pactos (a veces incluso con mediador) sobre dónde residirá la mascota y cómo se cubrirán los gastos (comida, veterinario, peluquería, etc.), horarios de visita o periodos de tiempo con ella si se hiciera una “custodia” compartida, etc.

El atractivo de esta opción es que permite a ambos cónyuges regular todo lo relativo a la mascota siendo más o menos detallado (depende de cada pareja) en cada ámbitos de su vida. 

Para decidir la nueva situación de tu mascota, puede que te ayude hacerte estas preguntas:

  • ¿Quién compró/ adoptó originariamente la mascota?
  • ¿Con cuál de los dos tiene un vínculo más estrecho? 
  • ¿Cuál de los dos podrá dedicar más tiempo a la mascota?
  • ¿Cuál de los dos está financieramente más capacitado para ocuparse de los gastos de la mascota?

En Divorcial hemos hecho un apartado específico dónde poner todas las decisiones relacionadas con vuestras mascotas para que quede incluido en el convenio regulador del divorcio.

Otro punto a tener en cuenta es que como el divorcio puede ser estresante y emocional, tu mascota, al ser extremadamente sensible a la tensión, se sentirá estresada por ello.

Así pues, intenta mantener una relación amigable o al menos cordial con tu ex para poder coordinar el cuidado de la mascota, su educación y su rutina diaria. Trata también de ser comprensivo/a con tu mascota ya que, con los cambios que se pueden producir (nueva casa en la que vivir, echar de menos a uno de sus propietarios, nueva rutina) es un período difícil para ella también. 

Un animal que se deprime puede manifestarlo a través de pérdida de apetito, rascar o morder muebles, heces dentro de la casa y otros muchos problemas de comportamiento. Si tu mascota se deprime con el divorcio, en vez de castigarla por su comportamiento, dedícale el tiempo que necesita ya que sólo está teniendo una reacción normal a una situación anormal. Deja que gradualmente se adapte a la nueva situación poniendo elementos que le sean familiares en la nueva casa, como sus juguetes, su cama o su rascador (si es un gato). También préstale más atención con paseos más largos y más tiempo de juego y mimos. 



*Los comentarios ofrecidos tienen una finalidad meramente divulgativa y no constituyen por tanto, asesoramiento jurídico.